Tratamos en esta entrada la función de las cubiertas vegetales entre viñedos. Semanas atrás os hablábamos sobre los trabajos que realizamos para mantener una viticultura respetuosa y regenerativa con nuestro entorno, buscando construir un suelo vivo, donde el vínculo entre viña y biodiversidad sea cada vez mayor. Esto, como comentábamos, nos permite dejar de perder, en un año, la misma cantidad de suelo fértil que la naturaleza tardaría más de 300 años en generar.
Dentro de estos trabajos y filosofía encontramos ese manejo del suelo para trabajar con cubiertas vegetales entre los viñedos.
En suelos como los nuestros, ubicados en la localidad de Fuentecén, en la Ribera del Duero burgalesa, y que cuentan con suficientes recursos hídricos, la cubierta vegetal aporta numerosos beneficios siempre que se trabaje de manera correcta.
Entre nuestras viñas encontramos y dejamos crecer en estos meses cubiertas vegetales naturales. Se trata de una alternativa sostenible al uso de herbicidas. Con ellas aportamos nutrientes y materia orgánica al suelo y mejoramos su estructura activando su vida microbiana a la vez que lo oxigenamos.
La cubierta vegetal nos ayuda a su vez a controlar el rendimiento, puesto que realiza una competencia sana con la vid, restando vigor a la viña y mejorando la calidad de la futura cosecha.
La cubierta vegetal su suele segar en junio, de esta manera, como decíamos, ayudamos a controlar el vigor de la viña. En Tres Piedras controlamos esta vegetación entre las calles de los viñedos recorriendo cada una de ellas con una desbrozadora a finales de la primavera.
Debemos de tener en cuenta que el uso de cubiertas vegetales no siempre es beneficioso, ya que en sistemas agrícolas con bajos recursos puede generar una competencia excesiva por el agua y por los nutrientes. En época de envero y maduración se debe segar de manera intensa esa capa vegetal para evitar una competencia excesiva.
