El proyecto de Tres Piedras nace en Fuentecén (Ribera del Duero Burgalesa), localidad situada en el valle del Duero, en la provincia de Burgos. Ubicada a 10 kms de Roa de Duero, a 17 kms de Aranda de Duero y a 94 Kms de la capital, debe su nombre a la cantidad de fuentes que manan de aquí.
Sus orígenes se remontan al siglo X y proceden de la repoblación del valle del Duero tras la reconquista. Este término municipal de la Ribera del Duero Burgalesa alberga un gran patrimonio etnográfico vinculado a la cultura del vino. De los pocos habitantes que hoy encontramos en el pueblo podríamos afirmar que la gran mayoría siguen dedicando su día a día al mundo del vino.
La población de Fuentecén, como en la gran mayoría de municipios rurales de la extensa geografía española, ha ido disminuyendo con los años, desplazándose sus habitantes a las grandes ciudades o capitales de provincia. Actualmente la densidad de población en Fuentecén es de 13,08 habitantes por Km2. El último padrón municipal fijaba en 223 el número de habitantes, 83% menos de lo que fijaba el padrón en los años 50. Asimismo, de la población actual un 45% ha nacido en dicho municipio mientras que un 38% han emigrado a Fuentecén desde diferentes lugares de España (un 16% lo ha hecho desde otros países).
El número de habitantes, que además se dedican al sector vinícola, ha crecido sensiblemente. Nuestras calles hoy respiran historia, pasado, calma e incertidumbre. Pese a este importante descenso en el censo en los últimos 50 años, la cultura del vino sigue presente en muchos rincones de la localidad, con bodegas elaboradoras y construcciones tradicionales.
En Tres Piedras decidimos apostar por nuestros orígenes, siendo hoy la cuarta generación de viticultores en la familia. Somos de creer en las tradiciones y en lo que dejaron nuestros antepasados, en esas bodegas subterráneas del pinar a las que llegaban las uvas que recogían los vecinos del pueblo en cada cosecha. Hoy seguimos trabajando nosotros parte de esas viñas viejas, cuidadas por ellos y que permanecieron tiempo abandonadas. Seguimos cuidando la tierra, respetándola mediante una viticultura respetuosa y regenerativa, preparándola para las generaciones que vendrán.