El campo, el viñedo, no para, ni durante los meses de verano. Parece que, como cada año, en verano (casi) todo se paraliza. Creemos, en el caso de la viña, que sólo queda esperar a que llegue la vendimia para recoger los frutos de una nueva cosecha. Pero el campo no permanece de brazos cruzados bajo los rayos del sol del verano y los días de altas temperaturas. Entre los meses de julio y agosto se inicia el proceso…